Aquella extraña “Ballenera”, el fotógrafo retratado y un esbozo de arquitectura naval palmera.
El 21 de marzo de 1895, Don Miguel Pérez Concepción, apoderado de los Herederos de Don Ignacio Rodríguez González solicitaba la inscripción en el registro de embarcaciones menores de, textualmente, “un bote que el mencionado Rodríguez construyó con el objeto de aumentar el material de uno de sus buques”. Del texto de la solicitud era evidente que se pretendía matricular una embarcación existente para dedicarlo “al tráfico de esta rada” , o lo que es lo mismo al tráfico interior de puerto, como diríamos en la actualidad. En los siguientes meses las autoridades de Marina emplazaron al maestro mayor de bahía y de carpinteros de ribera de Santa Cruz de La Palma, “para emitir un justiprecio y que se tomarán las medidas necesarias para que el perito arqueador de la provincia verificara el arqueo de la embarcación.” El 16 de abril de 1895, Don Nicasio Cabrera, maestro mayor de bahía por aquel entonces, informaba que la embarcación tenía 8.75 metros de eslora, 1.78 met...