La toponimia pesquera canaria de la costa de África. Primera parte.
Si hay un libro indispensable para entender
todo lo relacionado con la pesca de los canarios en la costa de África durante
mediados del siglo XX, ese es “El Rabo del Ciclón”.
El capítulo treinta y
cinco de la obra de Antonio Félix Martín Hormiga incluye un listado de los
términos con los que los pescadores canarios conocían cada lugar, cada detalle,
cada marca o referencia, cada accidente geográfico de las áreas de pesca frecuentadas
en aquellos tiempos.
En base a la lista incluida en el libro, y a
partir de ella, se desarrolla un pequeño estudio, que divido en varios
artículos y que intenta ahondar, de un modo preliminar, en la localización,
definición y procedencia de los términos que empleaban nuestros marineros y
añadir cuantos detalles he podido recopilar al respecto.
En primer lugar, se ha comparado la lista, supongo
qué transmitida oralmente al autor del libro, editado en 1982, por profesionales
de la mar de aquellos tiempos, mediados del siglo XX, - los tiempos en los que
aquel rabo del ciclón asoló las áridas costas africanas -, con otras fuentes
disponibles, las siguientes:
1.- Derrotero de la Costa Occidental de África. 1947. Instituto Hidrográfico. Ministerio
de Marina. Contemporáneo de los tiempos tratados por el libro de Antonio
Félix Martín Hormiga.
2.- Dos publicaciones de naturalistas
y científicos europeos que estudiaron la pesquería de la costa africana “in
situ”:
a) El trabajo de Enrico
Stassano de 1889, publicado en el fascículo 1 del número de enero-febrero de
1932 del Boletín de Pesca, Acuicultura e Hidrobiología del Ministerio de
Agricultura y de la Foresta italiano, con el nombre de “La Pesca en las playas
atlánticas del Sahara”
b) El extenso documento realizado por el doctor Arthur
Taquín denominado “Las Islas Canarias y los Parajes de Pesca Canarios”, publicado
en varios números del boletín de la Real Sociedad Belga de Geografía, en 1902.
3.- Carta de la Costa Occidental de
África de 1896, confeccionada por el Depósito Hidrográfico. La carta incorpora
muchos topónimos que probablemente fueron asignados por los pescadores canarios
y que no se reflejaron en cartas o publicaciones anteriores.
4.- Derrotero de la Costa Occidental
de África, realizado por Alexandre Magno de Castilho, editado en Lisboa,
Portugal, en 1866.
5.- Carta Esférica de una parte de la
Costa Occidental de África de 1841, confeccionada por Don Joaquín de Frías.
Adicionalmente, y puntualmente, se
citarán otras referencias anteriores al siglo XIX.
En esta primera entrada trataremos
de la “Mar de Barlovento” definida por el libro como aquella zona de pesca de
la costa de África en la que los barcos viveros (mantenían las capturas vivas
en tanques con agua salada en el interior de las embarcaciones) o los que iban
al salado (mantenían el pescado con sal) iban a pescar volviendo a descargar a
las islas haciendo viajes redondos, sin descargar o permanecer en la costa de África.
El límite norte de la pesquería
lo establece Antonio F. Hormiga en las inmediaciones del pueblo de Tan Tan, al
respecto podemos ver como el Doctor Arthur Taquín, en el plano a continuación, también
muestra con nombres castellanos un área algo más al norte de Tan Tan, en los
alrededores del cabo Nun o Noun. Cita el Doctor que la “Mar de Barlovento” es
frecuentada principalmente por pescadores de Lanzarote.
El límite sur se establece justo al
norte del Falso Cabo Bojador, comprendiendo la “Mar de Barlovento” 260 millas
de costa, situándose el extremo sur a 175 millas de Arrecife de Lanzarote y el
norte a 145 millas, aproximadamente.
La pesquería
comprendida en la denominación “Mar de Barlovento” y en la que pescaban,
principalmente, embarcaciones y pescadores de Lanzarote.
Vista parcial del
plano de Arthur Taquin de 1904 mostrando la toponimia canaria del extremo norte
de la pesquería, alrededores de Cabo Noun y su posición relativa con respecto a
las islas Canarias.
En el derrotero de Alexandre
Magno de Castilho de 1866 encontramos una interesante nota que
refiere al Cabo de la Nao (Nun o Noun) como límite norte de la pesquería, aclarando
que los pescadores canarios no se atreven ir al norte del mismo por haber más
embarcaciones moras (y consecuentemente más peligro de ser atacados o asaltados),
mientras que al sur es raro ver una embarcación mora y que los canarios no
pescan sólo al lado del continente sino que “con mayor o menor cuidado”,
desembarcan para intercambiar la pesca por orchilla y reabastecerse de agua.
En el Cabo Nun el derrotero de
1947 sitúa las ruinas de la mítica fortaleza de Santa Cruz de Mar Pequeña, edificada
en un fallido intento del conquistador Diego de Herrera por dominar aquella
costa africana. La misma publicación asume, específicamente, que la
denominación “Boca de los Robalos” fue puesta por los canarios al abundar ese
tipo de peces en la orilla.
Detalle de la Carta
de la Costa Occidental de África de 1896, confeccionada por el Depósito
Hidrográfico.
A continuación, se muestra el
listado de los términos toponímicos que aparecen en las distintas referencias
citadas y su correspondencia entre
ellos, ordenados de norte a sur. En amarillo están reflejados los nombres que
sólo se encuentran en la publicación de Antonio F. Hormiga, o en los estudios
realizados “in situ” por los científicos Stassano y Taquín (ambos científicos
coinciden en que los pescadores canarios bautizaron los distintos puntos de la costa
de África). En rosa aquellos topónimos que o bien nombran localidades bien conocidas
del siglo XX o bien sólo aparecen en los documentos “oficiales”, como pueden
ser el derrotero de 1947, o las diferentes cartas náuticas, o su origen se
remonta en el tiempo, pudiendo no tratarse de puntos bautizados por los pescadores
canarios. En verde se muestran aquellos topónimos
que aparecen tanto en los datos recabados por los científicos y por Antonio F.
Hormiga, como en el derrotero de 1947 y la carta náutica de 1896.
Como se observa los términos
empleados por los canarios refieren a accidentes geográficos o aspectos
relevantes de la costa, a los comunes, cabo y punta, hay que sumarle “diente” (punta
o parte sobresaliente y escarpada, cuando hay varias sucesivas) o “restinga”
(punta de arena o piedra debajo del mar, pero con poco fondo). A la popular
playa hay que añadirle el genérico “boca”, que nombra una entrada a la costa.
El “bago” lo podemos equiparar al “bajo” actual (marisco, zona rocosa bajo el
mar, de ciertas dimensiones y poco fondo) y el “meano” es un médano o duna de
arena. Las marcas de nuestros pescadores se completaban con los riscos, morros,
lomos cuando eran diferenciables del resto de la costa.
En otras ocasiones la escasa
vegetación suponía un perfecto método para ubicarse, generalizándose el uso de
matas o arboles para nombrar puntos de la costa.
El
tamaño, los colores y las formas también servían al pescador canario para denominar
a las zonas y así facilitar la navegación por aquella peligrosa costa, así
encontramos la Boca Grande, el Meano Colorado o la Punta Blanca, por poner
algunos ejemplos. La Canekilla (probablemente recipiente de barro pequeño),
Boca de Jarra, La Palangana son ejemplos de definición de la forma de un
accidente o determinado lugar.
El topónimo de Las
Canequillas se mantiene hasta nuestros días.
Del análisis cronológico podemos
observar como existían pocas referencias anteriores a la toponímia de esta
costa de África con excepción de los grandes accidentes geográficos, los más
relevantes, Cabo Nao, Cabo Juby, Puerto Cansado y Los Matillos.
Fotos de las inmediaciones de Cabo Juby. Libro, El Sahara español: estudio geológico, geográfico y botánico.
Fotos de las inmediaciones de Cabo Juby. Libro, El Sahara español: estudio geológico, geográfico y botánico.
Respecto a la diferencia de
términos hay que tener en cuenta que Enrico Stassano era italiano y que Arthur
Taquin probablemente conocía mejor el italiano que el español, así pues, en las
listas se observa que algunas palabras pueden tener una incorrecta ortografía. También
es relevante observar como algunas denominaciones, transmitidas oralmente
durante generaciones se modificaron, por ejemplo, las Matas de Ocho Pulpos en
1896 pasaron a ser La Mata de Cho Pulpo a mediados del siglo XX.
Otros topónimos evidentemente
canarios se perdieron en el tiempo y no se recogieron en el libro “El Rabo del
Ciclón”, como podemos observar en la tabla: El Bago del Carmen; Las
Cuevesillas; La Mata de la Gorga; y un largo etcétera.
Resumen de los
topónimos utilizados desde Cabo Nun hasta Cabo Jubi. Elaboración: DRZ. Nota: Los topónimos se corresponden horizontalmente en filas para las distintas referencias estudiadas, en columnas.
Resumen de los topónimos usados desde Cabo Jubi hasta Tierra Mala, justo al norte del Falso Cabo Bojador. Elaboración DRZ. Nota: Los topónimos se corresponden horizontalmente en filas para las distintas referencias estudiadas, en columnas.
Hay que destacar que no en todos
los casos el orden de norte a sur de los topónimos que aparecen en el libro de Antonio
F. Hormiga es el mismo que el mostrado en las cartas de Taquin o en las
anteriores, no obstante, la discrepancia se suele limitar a una inversión en el
orden de lugares adyacentes. En todos los casos se ha mantenido el orden de la primera
referencia citada a falta de más datos para corroborar o no la certeza de las
posiciones, al menos en esta fase inicial del estudio.
De acuerdo con los estudios de
Enrico Stassano en 1889 las especies pesqueras que abundaban en la zona, en la Mar
de Barlovento, de un modo permanente, eran la Chacarona, el Burro, el
Bocinegro, la Sama, la Chopa, la Corvina, la Vaqueta, la Morena, el Congrio, el
Tollo y el Galludo y como especies “de paso”, estaban la Sardina Lacha, la
Sardina de Ley, el Longorón, el Tasarte, la Anjova y la Caballa.
DRZ 10/06/18.
Nota: Pinchar, clickear en las fotos para verlas ampliadas.
Nota: Pinchar, clickear en las fotos para verlas ampliadas.
Bibliografía:
El Rabo del Ciclón. Antonio Felix
Martín Hormiga. Cofradía de Pescadores “San Ginés”. 1982. ISBN. 84-604-4354-X
Les Iles Canaries et Parages de Peche Canariens. Docteur Arthur Taquin.
Bulletin Societe
Royale Belge de Geographie. 1902. Colección DRZ.
Biblioteca Digital Hispánica.
La Pesca sulle Spiagge Atlantiche del Sahara. Dott. Enrico Stassano. 1889. Bollettino
di Pesca, di Piscicoltura e di Idrobiologia. Ministero dell’Agricoltura e Delle
Foreste. Gennaio-Febbraio 1932.
Biblioteca Digital Francesa, Gallica. http://gallica.bnf.fr/accueil/
El Sahara español: estudio geológico,
geográfico y botánico. Eduardo Hernández-Pacheco y Esteban;
Instituto de Estudios Africanos.; et al. Madrid. Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, Instituto de Estudios Africanos. 1949.
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