Ichiglane, una lancha costera canaria.
A
mediados de los años 90 del siglo XX se escribía la última página de una
historia que duró siglos, una historia que no se volverá a repetir, un ejemplo
de convivencia en armonía, casi siempre, entre culturas y pueblos obligados a
entenderse y a obtener, y a compartir, los recursos de un fértil océano. Aunque
existía un pacto no escrito de convivencia, un reparto de recursos, una línea
invisible, entre los pescadores canarios y los moros en las costas del antiguo
Sahara y de Mauritania era inevitable que se produjeran intercambios en los dos
sentidos. La división tácita, la pesca en alta mar la hacían los canarios y en
la orilla los habitantes de aquellas costas, no evito que la permeabilidad
alcanzara muchas facetas de la vida de las personas que se dedicaban a aquellas
duras faenas. Con el tiempo, los pescadores mauritanos no sólo adoptaron muchas
técnicas pesqueras canarias sino que en el caso que nos ocupa eligieron las
embarcaciones auxiliares canarias, las lanchas “costeras o canarias”, como su
embarcación pesquera por excelencia en el Banco o Golfo de Arguín, al sur de
Nouadhibou, en Mauritania.
En el Golfo
de Arguín, los Imraguen, pescadores de la zona, conocían las lanchas canarias
desde el siglo XIX y aprovechaban aquellas que se abandonaban o rescataban de
naufragios. Ya en el siglo XX se empezaron a comprar y a recuperar lanchas
costeras, que llegaron a usarse incluso al sur del Cabo Timiris y por lo tanto
fuera del Golfo. Con el tiempo las lanchas se fueron deteriorando y en los años
70 del siglo XX se tiene constancia de que al menos un carpintero de ribera canario, Chano, vivió
con los Imraguen en Rgeyba, en el sur del Golfo, hasta los años 80 del pasado
siglo, ejerciendo su profesión a la vez que se formaban carpinteros locales.
Lancha
costera en Mauritania. Colección de los Sucesores de Evaristo González
Hernández, Construcciones y Reparaciones Navales.
En
1976 se crea el Parc National du Banc D’Arguin, una reserva natural que limita
la entrada de las embarcaciones motorizadas en sus aguas, es en ese momento
cuando se adopta la lancha canaria como propia, con pequeñas modificaciones, y
se multiplican en Arguín. Sin embargo existían limitaciones y dificultades para
en el mantenimiento de las embarcaciones y evitar su deterioro. A partir de 1990 se relanza la actividad de reparación, restaurando un carpintero de
ribera francés del Museo Marítimo de Douarnenez tres lanchas en la aldea de
Iwik, en 1993.
Posteriormente
se creó un astillero en Rgeyba y en 1995 se decidió potenciar la construcción
de embarcaciones nuevas, motivo por el cual, Pascal Barbotte, carpintero de
ribera bretón, aterrizó en Arrecife con el fin de rescatar el diseño original de
las lanchas costeras o canarias.
Aunque
las fuentes bibliográficas francesas citan que Pascal Barbotte encontró un
medio modelo de los años 30 del siglo XX en Arrecife de Lanzarote y que fue
dicho modelo el que empleó para diseñar el prototipo de la nueva lancha para
los Imraguen, ese extremo no se ha podido confirmar.
Reparando
una lancha en 2008 en Iwik. Mutations techniques, changements sociaux survenus
chez les pêcheurs imrâgen, des années 1970 à nos jours. Sebastien Boulay. ADAGE sarl. République
Islamique de Mauritanie Ministère délégué auprès du Premier Ministre chargé de
l’environnement. Parc National du Banc D’Arguin Le Banc D’Arguin en Mauritanie.
2008.
En
Lanzarote, tanto Tito González como Fredy Tabares, carpinteros de ribera, recuerdan
que el maestro carpintero de ribera Evaristo González Hernández preparó un
medio modelo que pudo servir de base para diseñar la que a la postre se
bautizaría como “Ichiglane”, construyéndose la primera embarcación en 1997.
Modelo
de lancha costera realizada por Evaristo González Hernández. Colección de los Sucesores
de Evaristo González Hernández, Construcciones y Reparaciones Navales.
Construcción
de la “Ichiglane”. Colección de los Sucesores de Evaristo González Hernández, Construcciones
y Reparaciones Navales.
Formas
de la “Ichiglane”. Colección de los Sucesores de Evaristo González Hernández, Construcciones
y Reparaciones Navales.
A
finales del año 2001 ya había 10 lanchas construidas siguiendo el modelo del “Ichiglane”.
En la actualidad la actividad de construcción y reparación en Rgeyba continua y se
han creado nuevos modelos pero siempre manteniendo la esencia de nuestra lancha
canaria.
Carpinteria de ribera en Rgeyba. Recits
de Paysages. Simon Nancy. Grandir & FIBA. 2010.
La
lancha costera fue una embarcación especializada asociada a las goletas
canarias (los “costeros”) que faenaban en la costa de África desde el siglo XIX.
El Doctor Arthur Taquín, naturalista belga, sobre 1900 y a bordo del costero “Federico”,
de Las Palmas, describía las lanchas del siguiente modo: “todos los costeros están provistos de dos embarcaciones
(construidas) en abeto (probablemente
pino) de 6.72 metros de eslora, con un
mástil de 6 metros de alto y una vela latina de 9.25 metros de cota de la
palanca, 6.70 metros de cota inferior y 8.40 metros de cota libre. Estas
embarcaciones bastante bien hechas para soportar la mar, navegan también a remo
y están dotadas de cinco grandes remos de 4.62 metros de largo. Las embarcaciones están, por otra parte, provistas
de un ancla bastante curiosa que consiste en una gruesa piedra mantenida por
tres palos atados juntos y unidos a un cable. Estas embarcaciones poseen además
una tina (recipiente) para
el agua dulce…” Los artículos de A. Taquin también hablan de las faenas de
pesca y de la tripulación de la lancha, como se muestra a continuación “Pesca
a bordo de las embarcaciones. Pescan igualmente a la liña o a la nasa como a
bordo del costero y además, con líneas de superficie. Estas embarcaciones
(lanchas) que aguantan bastante bien la mar, son tripuladas por 7 u 8 personas,
el patrón, el compañero, el remo medio, el remo delante (dos hombres), el remo
de proa, el desecador. El patrón comanda la embarcación y elige los sitios buenos
para la pesca. Cuando las embarcaciones están cerca de la costa ellas fondean
con una gran piedra. En mar abierto no fondean, la profundidad es demasiado
grande (30,40, 50 brazas)” “…estos botes pueden cargar más de 1700 kilogramos
de pescado”.
Lanchas
canarias. Circa 1900. Les Iles Canaries et les Parages de Peche Canariens. Taquin
A. Societe Royale Belge. Geographie. Bulletin. 1902. Nº5.
Los
franceses, belgas, y en general los extranjeros llamaban a las lanchas costeras “lanchas” o “lanchas canarias”
a finales del siglo XIX y principios del XX, como ha quedado demostrado en los
textos y fotos adjuntas. Se desconoce cuál fue el origen y las influencias en el
diseño las lanchas canarias o costeras,
pero sí está claro que fue en el siglo XIX cuando se popularizaron como
embarcaciones auxiliares de las goletas que iban a la pesca en la costa de África.
Lancha canaria en la bahía del Galgo. Circa 1910. Les
Pecheries de L’Afrique Occidentale Francaise. Gruvel, A. Revue générale des sciences pures et appliquées, XXII,
pp150-159
En una
confusa e incorrecta, bajo mi punto de vista, caracterización, el famoso libro “Pesqueros
Españoles” de Juan Carlos Arbex habla de “chinchorro canario”, describiendo una
embarcación similar que se muestra en la imagen adjunta en la presente entrada y
cita textualmente “Pasaran siglos antes
de que podamos hablar de una embarcación canaria autóctona y cuando esta
llegue, nos encontramos con unos buques mediterráneos, copias de laudes y
botes, como es el caso del “chinchorro”… ” para seguir “Si consideramos al chinchorro como el buque mayor, dadas sus 2 Tm de
desplazamiento, el “barquillo” es la réplica de las pateras o busís
peninsulares. Se trataba de un ligero batel, de tan sólo dos toletes, popa
estampa y una fea y curiosa proa de violín, impropia de embarcaciones menores”,
definición que muestra su desconocimiento acerca de las embarcaciones
autóctonas canarias. En los diccionarios marítimos españoles del siglo XIX que
he consultado aparece la definición de “chinchorro” (aparte de ser un arte de
pesca) como “Embarcación de remos muy chica y la menor de a bordo”.
Chinchorro canario del siglo XIX. Pesqueros Españoles. Juan Carlos Arbex. Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación. 1987-2004. ISBN 84-491-0610-9.
Las
lanchas costeras se acercaban a la orilla con la ayuda de sus velas latinas o
sus remos, en zonas en las que las embarcaciones más grandes no podían
acercarse, tenían unas dimensiones variables pudiendo alcanzar, ya en el siglo
XX, los 10 metros de eslora.
Lancha
costera canaria. La Peche en Mauritanie. Albert Krebs. Inédito. Circa 1930.
En
Canarias, en general, se ha asociado el término “lancha” a una embarcación
menor con la proa lanzada, de “violín” o con doble curvatura aunque en algunos
casos esta fuera muy sutil, esa es la principal característica que la
diferencia de un bote. Las más famosas eran las “lanchas caleteras” que varadas
en las playas se empleaban para transportar pertrechos, mercancías y personas
desde la orilla a los barcos fondeados y viceversa. Las lanchas caleteras
tenían, en general, mayores dimensiones que las costeras y menos puntal en
proporción. Las lanchas costeras tenían un casco con popa de estampa o espejo,
la proa de “violín” que hemos citado (proa de lancha en Canarias), y un mayor
puntal y francobordo que las hacía más marineras para la navegación en alta
mar. El mástil casi en “candela”, sin apenas tiro a proa, permitía arbolar una
vela latina de respetables dimensiones.
Lancha
costera canaria y embarcación francesa. La Peche en Mauritanie. Albert Krebs.
Inédito. Circa 1930.
Es una paradoja el hecho de que si queremos ver en la actualidad una lancha costera canaria nos tendremos que
desplazar a Mauritania, al Banco de Arguin, un viaje que sin duda merece la
pena, no sólo para contemplar de cerca nuestro legado sino para disfrutar del
Parque Nacional, una verdadera maravilla de la naturaleza. DRZ 12/07/2016.
Lancha
costera en 1934. Culturas del litoral. Dinámicas fronterizas entre Canarias y
la costa sahariano-mauritana. Alberto López Bargados y Jesús Martínez Millán.
Alborán Edicions Bellaterra, S.L. 2010.
Agradecimientos.
Sucesores
de Evaristo González Hernández, Construcciones y Reparaciones Navales, a Tito y
Santi por el permiso para reproducir las fotos de sus álbumes.
Fredy Tabares
González.
Gustavo Díaz Miranda
Bibliografía.
Les
Iles Canaries et les Parages de Peche Canariens. Taquin A. Societe
Royale Belge. Geographie. Bulletin. 1902.
Nº5 y Nº7.
Les Pecheries de L’Afrique Occidentale
Francaise. Gruvel, A. Revue générale des sciences
pures et appliquées, XXII, pp150-159. 1911.
Pesqueros Españoles. Juan
Carlos Arbex. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 1987-2004. ISBN
84-491-0610-9.
Mutations
techniques, changements sociaux survenus chez les pêcheurs imrâgen,
des
années 1970 à nos jours. Sebastien
Boulay. ADAGE sarl. République Islamique de Mauritanie Ministère délégué auprès
du Premier Ministre chargé de l’environnement. Parc National du Banc D’Arguin Le
Banc D’Arguin en Mauritanie. 2008.
Recits de Paysages. Simon Nancy.
Grandir & FIBA. 2010. ISBN 978-2-84166-416-0.
La
Peche en Mauritanie. Albert Krebs. Inédito. Circa 1930.
Culturas
del litoral. Dinámicas fronterizas entre Canarias y la costa
sahariano-mauritana. Alberto López Bargados y Jesús Martínez Millán. Alborán Edicions
Bellaterra, S.L. 2010. ISBN 978-84-7290-494-1.
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