Apuntes de la historia marítima de Canarias.

A las 02:40 (hora local de Canarias), del día 19 de julio de 1970, el buque “Fulvia” lanzaba una llamada de socorro. Se había producido un incendio a bordo, en las máquinas, en un motor auxiliar. El “Fulvia” estaba en aquellos momentos en la posición 30°17’ N; 016°24’ W, cerca de las Islas Salvajes (a unas 30 millas). Menos de 4 horas después, a las 06:00 horas, se hace a la mar el remolcador “Tamarán”, con Don Juan Garrido López como capitán, para auxiliar al trasatlántico, que se encontraba a 130 millas del puerto de La Luz. El remolcador llegó a las 17:00 horas al costado del “Fulvia”. A esa hora el incendio tenía unas proporciones considerables y ya se había completado el abandono del buque y habían sido recogidos los pasajeros y casi toda la tripulación por otro barco de pasajeros, el “Ancerville”, resultando sólo dos personas heridas (el embarque en el “Ancerville” duró casi tres horas). El capitán del “Fulvia”, Mr. Christopher Fasting, y cinco oficiales permanecían cerc...

En el pueblo del Cotillo todo el mundo conoce a Ildefonso Hierro Rodríguez. Cuando pasaba por allí en los alrededores de su casa siempre solía observar aparcadas, y he dicho bien, aparcadas, en la vía pública, algunas embarcaciones, ya fuera porque estaban recién construidas o porque tenían que ser reparadas. Es la historia de Ildefonso la de una profesión, la carpintería de ribera, que se transmitió de padres a hijos durante más de un siglo,  y desde luego un caso único en la isla de Fuerteventura. Colección Ildefonso Hierro Rodríguez. Ildefonso Hierro Rodríguez trabajando en su taller de carpinteria de ribera. El bisabuelo de Ildefonso, José María Hierro Garrido, llegó de Huelva y era el encargado del faro de Jandía, el “torrero”. Parece que fue a finales del siglo XIX cuando José, junto con su hijo Santiago Hierro Viera empezaron a hacer "barquitos" de pesca, como se denominaban en la época, eran embarcaciones pequeñas, para trabajar cerca de la orilla. ...

El tercer y último capítulo de la construcción naval en acero en el Puerto de La Luz y de Las Palmas lo protagonizó un inquieto empresario Canario, Don Luis Marrero Marrero. Con antecedentes familiares en la carpintería de ribera, su abuelo era Don Rafael Marrero Padrón, conocido profesional de principios del siglo XX, Don Luis se embarcó a principios de la década de los 70 del siglo pasado en una aventura que duraría aproximadamente quince años y que estaría plagada de vicisitudes y obstáculos. En el año 1971 comenzó la andadura mercantil de Don Luis en la construcción de buques, en la primera de las tres ubicaciones que tuvo el astillero, en los varaderos que se situaban detrás el edificio de la Casa Miller, al sur del muelle de Santa Catalina. En 1973 crearía la empresa “Construcciones Internaval, S.A.”.  “Internaval” mantuvo su actividad hasta mediados de la década de los 80, primero construyendo embarcaciones de acero y más tarde alternando el metal y el poliéster ref...

El esplendor de la construcción naval en metal en Las Palmas de Gran Canaria lo protagonizaron los dos principales varaderos de la ciudad, por una parte el varadero de Blandy Brothers y por otro las instalaciones de la Grand Canary Coaling Co. En la imagen a continuación se muestran las estadísticas de la construcción naval en los astilleros citados, de acuerdo con el Registro de Buques de Las Palmas, lista cuarta, (embarcaciones de servicio portuario) en el periodo 1909 – 1930. La construcción naval de embarcaciones metálicas empieza a decrecer paulatinamente a partir de 1930. En el periodo estudiado se construyeron 78 embarcaciones (Blandy Brothers terminó 55 unidades y 23 la Grand Canary) que sumaban un total de 6647 toneladas de registro bruto (4211 corresponden a Blandy Brothers y 2435 a la Grand Canary). Colección Mario Ballester López. Cuadrillas de remachadores, calentadores, entibadores, ayudantes y pinches trabajando en la construcción de una gabarra. Fecha desco...

Dentro de pocos meses se cumplen 50 años desde que el yate “Rubicón” ganara la regata más famosa, competitiva y dura del archipiélago canario, la regata de “San Gines”, que se verificaba todos los años en un exigente recorrido a realizar en verano, normalmente en ceñida, contra el viento, entre las islas de Gran Canaria y Lanzarote, entre Las Palmas de Gran Canaria y Arrecife de Lanzarote. En 1966 el Casino Club Náutico de Arrecife lograba su primera victoria, después de 20 años sin conocer el éxito. Imagen del libro  “Regata Internacional de San Ginés, 50 Aniversario, 1947-1997”  . Poco queda que aportar a lo expuesto en el excelente libro de Mario Alberto Perdomo, “Regata Internacional de San Ginés, 50 Aniversario, 1947-1997” editado por el Casino Club Náutico de Arrecife, donde narra las peripecias de la construcción de la embarcación e incluye excelentes fotos de la misma, no obstante si me propuse investigar algo más del diseño del balandro. De acuerdo...