Una reflexión, la "pequeña historia" de la "María".
Cuando vi la foto en el ordenador
se me vino a la cabeza que deberíamos centrarnos en defender el poco patrimonio
marítimo que nos queda. En Gran Canaria, donde yo vivo, los últimos barquillos
antiguos de pesca artesanal languidecen en Sardina del Norte, Castillo del
Romeral, la playa de las Alcaravaneras, la Playa del Águila (el de la foto),
etc. y salvo en algunos casos, en los cuales pasan a mejor vida, es decir a
decorar una rotonda, su destino es incierto y limitado a la durabilidad de las
embarcaciones a la intemperie. Me imagino -mejor, no me lo imagino, lo sé-, que
pasará lo mismo en el resto de las islas.
Barquillo "María". Playa del Aguila. 30 de agosto de 2016. DRZ.
Y digo yo que estaría bien crear
un museo, un archivo, un centro de cultura marítima en general, y en eso se
está trabajando, al menos en Las Palmas y me consta que también en Santa Cruz,
pero bajo mi humilde punto de vista no podemos limitarnos a mostrar objetos de
colección, compases, correderas o escafandras sin que tengan una relación con
algún hecho histórico conocido que justifique su presencia, ni a caer en lo
fácil, en sólo copiar (y pegar) historias, de fuera, de las grandes navieras,
del Titanic, o del hallazgo de un galeón de allende los mares, por poner
algunos ejemplos (al menos de un modo permanente, no estoy en contra de las
exposiciones temporales).
Me parece que el verdadero valor de
ese museo o centro o como queramos llamarlo sería el de rescatar y contar
la “pequeña” (o no tanto) historia
marítima canaria, y dar valor a los “activos” de los cuales tenemos información
y conocimientos, porque, y cito un ejemplo, no sé cuanta gente sabe que unos de
los hitos industriales de las Canarias en el siglo XIX fue la construcción
naval, y que una familia venida del País Vasco y afincada en La Palma, los
Arocena, adelantados a su tiempo, confeccionaron barcos que alcanzaron
prestigio en el Atlántico, y dibujaron, en el siglo XIX, la mejor colección de
planos de buques de la época, no me queda la menor duda, de España y seguro,
una de las mejores del mundo ¿Quién lo sabe? ¿Dónde está? (yo la he visto,
parcialmente...).
Barquillo "María". Playa del Aguila. 30 de agosto de 2016. DRZ.
Tampoco sé cuanta gente conoce a
Tomé Cano, o que la toponimia de la costa del Sahara o de Mauritania, en su
mayor parte se la pusieron los costeros canarios. ¿Dónde está el recuerdo de
los pescadores que se perdieron en la costa de África y en nuestro litoral o la
memoria del cabotaje que se hacía entre las islas? ¿Quién recuerda
embarcaciones extintas como la lancha costera, la caletera, la buceta o la
gemela? ¿Dónde podemos llevar a nuestros hijos para que aprendan historias de los
antiguos puertos y refugios, de los faros canarios, de los pecios, de la pesca,
de la carpintería de ribera, del cambullón, de la navegación a vela, de la vela
latina?
Con el desprecio que hemos tenido
a todo lo nuestro perderemos la terminología tradicional o vendrán a decirnos que nunca tuvimos patrimonio marítimo
y que todo vino de fuera, que fue copiado, pero claro, eso es así desde el principio
de los tiempos, desde que el ser humano empezó a navegar, las embarcaciones se
copiaron, evolucionaron y se adaptaron a las aguas y a las condiciones
meteorológicas de cada bahía, puerto, playa y región y me pregunto, ¿por qué
las nuestras son menos dignas de ser catalogadas, tipificadas y definidas que
las de otras regiones de España? Bueno, ¿Y no será culpa de nosotros, los
canarios, que nunca dimos valor a nuestra cultura?
Barquillo "María". Playa del Aguila. 30 de agosto de 2016. DRZ.
Aunque siempre he tenido interés
por éste área de investigación, llevo seis años trabajando más en serio en
estos asuntos y después de tocar 10 puertas y ver que 9 tiraron toda la
historia al vertedero, hecho bastante desalentador, todavía creo que existe
documentación suficiente, sobre todo debajo de la superficie de nuestro iceberg
marítimo-canario, para rescatar nuestra “pequeña historia”, y no sólo los temas
que a mí más me gustan sino otros relacionados. Aún estamos a tiempo.
No soy un ingenuo,
desgraciadamente más bien realista, necesitamos apoyo de las Administraciones
para sacar esto adelante, iniciativas locales en La Palma y en Fuerteventura
crearon el Museo Naval de Santa Cruz de La Palma y el Museo de la Pesca
Tradicional del Cotillo y existen otras iniciativas puntuales y convenios que
van dando sus frutos (¿o no?) aunque me da la impresión -y en algunos casos las
he visto y son “impresionantes”- que existen muchas colecciones privadas, y no
sólo de objetos, que podrán terminar perdiéndose si no se crea un centro de
referencia (!dónde sea¡) para el archivo, documentación, custodia y exposición pública, si
procediera.
Y volviendo al inicio de este artículo, a la “historia”
que cuento hoy, lo mismo pasa con las embarcaciones históricas o tradicionales que
perderemos (las pocas que nos quedan) si nadie se hace cargo de ellas y las
mantiene. Al barquillo de la Playa del Águila le quedan dos telediarios y es
una pena porque, aun con la roda de popa cortada para permitir la instalación
del fueraborda, es un estupendo exponente de este tipo de embarcaciones de
pesca artesanal, canaria, y de la carpintería de ribera “playera” de la primera
mitad del siglo XX en la costa sureste de la isla de Gran Canaria. 30/08/2016. DRZ.
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